Omar y Félix, dos piedras en el zapato de Luis y del PRM
Por Miguel Ángel Núñez
Nunca un partido y un gobierno se habían empleado tan a fondo para impedir que dos candidatos de la oposición lograran ganar un cargo público compitiendo en elecciones con las características de las que se realizan en República Dominicana, las cuales si se analizan con objetividad fueron tan viciadas como las del pasado mes de febrero.
Hablo de los candidatos a senador por San Juan de Maguana Félix Bautista y por el Distrito Nacional Omar Fernández, ambos de la Fuerza del Pueblo que lidera el expresidente Leonel Fernández.
No pecaría de ilusorio si afirmo que el gobierno hubiera preferido cambiar una derrota a Omar Fernández y a Félix Bautista, que ganar 29 senadurias como ocurrió en el recién pasado certamen, ya que muchas de estas curules senatoriales, solo servirían para construir una mayoría mecánica que servirá para aprobar proyectos de interés para el gobierno.
Como es lógico pensar, derrotando a Omar, el PRM y el gobierno de Luis Abinader, se hubieran librado de un enemigo político en ciernes para futuras luchas políticas que se darán en el por venir casi inmediato, comenzando con la del 2028.
Sacando filo a algunos de los datos que arrojaron los comicios vemos que primero resultará imposible en una democracia calimocha como la nuestra, determinar cuánto invirtió el gobierno para lograr su propósito de cerrar el paso a los candidatos de la alianza Fuerza del Pueblo, PLD, PRD, en especial para derrotar a estos dos gladiadores. Ni decir cuánto gastó para obtener 29 senadurias y más 130 diputados en todo el país.
Se habla de miles de millones de pesos, -de las arcas públicas por supuesto- para castigar a la población con una machacona campaña publicitaria, a través de cuñas, espacios de televisión y radio, redes sociales, afiches, vallas, y dinero en efectivo, para comprar aliados y cooptar enemigos, todo orientado a frustrar las posibilidades de la oposición, en especial de Leonel Fernández, su hijo Omar y a Félix, sobre quienes el gobierno habia lanzado una especie de conjuro, para evitar que ganaran.
En lo que concierne a Omar la obstinación del gobierno era monumental: el PRM llegó a sacrificar a su candidata más idónea Faride Raful, para colocar como candidato a un repelente Guillermo Moreno el cual desde un principio no presentaba cualidades para competir con éxito, aunque las encuestas pagadas por el gobierno pronosticaban una fácil victoria.
Cada funcionario, comenzando por el presidente Luis Abinader, tuvo que hacer fila con el candidato Moreno, pues en muy pocas ocasiones se le vio solo defendiendo su oferta electoral, para que prendiera en la población. Tan saturante resultaba el bombardeo de publicidad que la gente lo bautizó como “candidato mochila” porque iba sobre los hombros de todo funcionario público.
Al propio candidato se le vio en ocasiones quebrando su orgullo en condiciones patéticas, tratando de dar unos pasos de denbow, tratando de cortejar ” a un votante joven, del cual se desconecto hace años.
El debate que propició la ANJE, lo hundió mucho más, teniendo que recurrir a ataques contra su padre Leonel Fernández.
¿Pero por qué tanta inquina contra Omar?. Todos los análisis coinciden en presentar a un Omar Fernández como un hueso muy duro de roer en un futuro político electoral en República Dominicana.
Sus potencialidades en un venidero proceso se aprecian muy por encima de todos los “presidenciables” por el PRM.
La misma estrategia del gobierno se enfrentar en manada al joven político lo hizo más fuerte y potable, en consonancia con la expresión de que “con fuego se endurece el acero”.
El futuro político inmediato tiende a complicarse ya que el presidente Luis Abinader deviene impedido constitucionalmente para un nuevo mandato a partir del 2028, incluso, el propio mandatario en el discurso que pronunció para agradecer su triunfo afirmó de manera categórica que nunca más volvería a presentarse como candidato presidencial.
En su primera comparecencia en una boleta como senador Omar obtuvo 255 mil 924, contra 181 mil 131 de Guillermo Moreno, una diferencia superior a los 74 mil 700 sufragios.
De modo que los cálculos apuntan que era mejor detener al joven político, ahora, con escasa experiencia política, con un talento aún por perfilar, que en una venidera contienda, más maduro y en condiciones más ventajosas, en los próximos cuatro años.
Sobre Félix Bautista, quien a pesar de la embestida del gobierno, incluyendo contra un pugnas Ramón Alburquerque enviado a socavar sus posibilidades electorales, resultó vencedor para otro periodo como senador por San Juan, a pesar de que en su contra opera una especie de “vendetta” por parte del sector político que manda en el país.
Bautista se ganó el aprecio de su pueblo, San Juan, por su dilatada obra social y su identificación con los sectores más empobrecido de esta provincia.
Aunque la oposición solo contará con tres senadores, el peso que tendrán estos será determinante para los planes con que cuenta el gobierno para introducir las reformas que ha prometido el ejecutivo introducir, mientras avanza el tiempo para las
próximas jornadas políticas, con nuevos actores y nuevos espectadores.