Otro caso que echa por el suelo credibilidad policial
Un homicidio que se hizo pasar por accidente
Un nuevo escándalo que cuestiona la credibilidad policial se ha desatado al comprobar que se trató de un homicidio y no de una muerte por accidente de tránsito, la de un hombre cuyo cadáver fue trasladado en una “guagüita platanera” por sus familiares ante la insistencia de un grupo de agentes.
Se trata del caso de Alberto Guzmán del Rosario, cuya muerte se quería hacer pasar por un accidente de tránsito, lo que desmintió la autopsia del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
Todo parece indicar que una patrulla del Departamento de Prófugos localizado en Villa Mella, le habría quitado la vida a Guzmán del Rosario, un hombre religioso que retornaba a su hogar luego de una exhausta jornada laboral.
Este informe forense confirmó las sospechas que habían tenido, desde un principio, los dolientes del hombre de 45 años, y puso en tela de juicio “el sospechoso” accionar que tuvieron los agentes policiales involucrados.
De acuerdo con la versión de los parientes de Guzmán del Rosario, éste habría salido de su trabajo a las 11:00 de la noche del pasado sábado, según les informaron en la compañía de venta de agua para la cual trabajaba.
Esa noche, su esposa, Isabel Díaz de Guzmán, lo esperaba en casa, pero al ver que su marido no llegaba, comenzó a llamarlo a su teléfono. Desde pasadas las 11:00 de la noche hasta las 4:00 de la mañana estuvieron llamándolo al celular, sin ninguna respuesta.
Sin embargo, Díaz de Guzmán no se dio por vencida, y en su última llamada, aproximadamente a las 4:00 de la madrugada, un supuesto agente policial contestó el celular.
Le informó que su esposo chocó con una de las paredes del Parque Mirador Norte, cuando regresaba a su residencia en el barrio Las Tres Tareas de Los Guaricanos.
Díaz de Guzmán cuenta que la mandaron a buscar con una patrulla de la Policía a su casa y la trasladaron al lugar de los hechos. Cuando llegaron, los policías (al menos seis), insistían a la esposa y a otros parientes, que se llevaran el cuerpo de Alberto Guzmán para evitar “que se acumulara gente en el lugar” y para evitar el burocrático “papeleo” en caso de que el Inacif se llevara el cuerpo.
Esta reacción le causó muchas sospechas a la familia, ya que supuestamente, los policías eran muy insistentes en que se llevaran el cuerpo. Al final, los policías pararon a una “guagüita platanera para que nos lleváramos el cuerpo”.
“Ellos pensaban que lo íbamos a enterrar así”. “Nos lo entregaron como un accidente, pero al llegar a la casa que lo estamos bañando y preparando, encontramos que tenía un tiro en el lado izquierdo del costado. Entonces, confirmamos que los policías no nos estaban diciendo la verdad”, dijo Isabel Díaz.
Luego se llevaron el cuerpo de la casa al Inacif y, al realizarle los estudios correspondientes, determinaron que el hombre tenía una “herida de proyectil” en el lado izquierdo del costado, sin salida. La entidad determinó que la muerte del hombre se trató de un homicidio.
No dan la cara
Desde entonces, los agentes de la Policía Nacional que estuvieron patrullando la noche del sábado 13 de agosto, no han dado la cara. “Estamos esperando respuesta, todavía esta es la hora en que por aquí no ha aparecido la Policía y nos hemos movido, nos hemos trasladado al destacamento de Prófugo (en Los Guaricanos), donde ellos estaban de puesto aquella noche, y el coronel Paniagua, que está encargado, no nos dio los nombres”.
El vocero de la Policía Nacional, Diego Pesqueira, informó que el caso está bajo investigación de Asuntos Internos y de la Inspectoría de la Policía Nacional.