Pandillas haitianas armadas desde RD

Por Guillermo Tejeda

(Director Resumen Final Digital)

Desde las esferas del gobierno se ha pretendido darle de lado a una grave denuncia formulada por una comisión de expertos de las Naciones Unidas, que ha provocado nuevas sanciones para políticos, empresarios y otras personalidades haitianas señaladas como patrocinadores de la violencia que han desatado las bandas criminales que ejercen un importante control sobre la vecina nación.

Se confirma en ese reporte, lo que era un secreto a voces: El trasiego de armas a través de la frontera que van a parar a manos de esos grupos criminales.

Se trata de rifles de asalto, pistolas, revólveres y municiones que proceden de Estados Unidos y que penetran a territorio haitiano por los cruces fronterizos dominicanos, “vigilados” por cientos de soldados y vehículos blindados.

El informe plasmado en un documento que se ha divulgado en Washington no deja lugar a dudas:

“La mayoría de las armas que entran en Haití, proceden de los Estados Unidos a través de la República Dominicana”. Se trata de un lucrativo negocio que deja millonarios beneficios en dólares, con la reventa de las armas que ingresan a Haití mediante contrabando con la complicidad de autoridades de ambos lados de la frontera.

El presidente Luis Abinader, que ha centrado sus discursos tanto en el plano local como en foros internacionales en el tema haitiano, destaca la inseguridad haitiana y las actividades de esas bandas, proclamando en la inauguración del primer tramo de la verja fronteriza en Elías Piña, que no permitirá que tenga repercusiones de este lado la violencia de esas pandillas.

Pero se ha obviado que desde el 2021, cuando asesinaron al presidente Jovenel Moise, la frontera dominicana se ha “sellado”, con una impresionante cantidad de tropas y equipos lo que coincide con el poder de las bandas haitianas que según el informe de los expertos de las Naciones Unidas nutren su poder de fuego desde la República Dominicana con las armas que pasan por lugares donde las autoridades dominicanas interceptan hasta una libra de arroz de contrabando.

Hay complicidadades que deber ser identificadas y sancionadas, en una actividad en la que parece que hay tanto civiles como los militares que ejercen el control fronterizo.

Se ha anunciado en Washington, a través del vocero del Departamento de Estado, sobre la creación de una Unidad de Investigación y Enjuiciamiento Criminal Transnacional en Haití que se centrará en delitos incluidos los relacionados con el tráfico de drogas, armas y municiones y actividades de pandillas.

Quizás los dominicanos puedan enterarse de lo que se ha ocultado de este lado de la frontera sobre los responsables de armar a los pandilleros haitianos con un creciente tráfico que ha hecho ricos a unos pocos a expensas de la sangre derramada por miles de humildes haitianos atrapados en la crisis.

Este informe ha tumbado el discurso oficial, de que nuestra frontera está “blindada”, frente a la crisis haitiana y los días por venir podrían terminar de derrumbar ese mito en el que se esconde la tradicional corrupción que ha caracterizado el manejo de la zona fronteriza dominico-haitiana.

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