Pasajeros del submarino Titán murieron escuchando música
Los cinco pasajeros que viajaban en el submarino Titán y murieron por una implosión cuando bajaban a ver los restos del naufragio del Titanic pasaron sus últimos momentos antes de perder la vida escuchando música, según ha publicado ‘The New York Times’.
Las personas que iban a bordo –Hamish Harding, un empresario y explorador multimillonario británico de 59 años; un hombre de negocios pakistaní, Shahzada Dawood (48 años), y su hijo, Suleman Dawood (19 años); el explorador francés Paul-Henry Nargeolet; y Stockton Rush, el director ejecutivo de OceanGate y responsable de la organización de estos carísimos viajes oceánicos–, habrían muerto de forma instantánea, sin tener ni idea de lo que estaba sucediendo.
Christine Dawood, esposa de Shahzada y madre de Suleman, contó el domingo en ‘The New York Times’ los detalles de los últimos minutos de la expedición: la inmersión comenzó a las ocho de la mañana el 18 de junio y una hora y 45 minutos después, a las 9.45 a.m., se perdió la conexión. En ese momento, en una oscuridad total, mientras escuchaban música y observaban animales marinos bioluminiscentes en las profundidades del océano, el Titán implosionó, ha recogido el diario británico ‘Daily Mail’.
Dawood explicó que se les dijo a los pasajeros que cargaran su música favorita en sus teléfonos para reproducirla a través de un altavoz Bluetooth, «aunque Rush prohibió la música country».
También les advirtió que el descenso sería a oscuras, ya que las luces delanteras estarían apagadas para ahorrar batería cuando bajaran al fondo del mar. Sin embargo, les dijeron también que probablemente verían criaturas bioluminiscentes.
Material del sumergible Titán
Según las autoridades, un vehículo operado por control remoto encontró en el fondo del mar un campo de escombros formado por «cinco grandes piezas de diferentes restos» de varias secciones del sumergible, a unos 500 metros de la proa del Titanic.
La mayoría de los sumergibles y submarinos (si no todos) que operan a gran profundidad cuentan con un recipiente a presión fabricado con un único material metálico de alto límite elástico. Suele ser de acero para profundidades relativamente bajas (menos de 300 metros), y de titanio para profundidades mayores. Un recipiente a presión de titanio o acero grueso suele tener una forma esférica que puede soportar las presiones de aplastamiento que cabría esperar a 3.800 metros, la profundidad a la que se encuentran los restos del Titanic.
Sin embargo, el Titán estaba hecho de una combinación de titanio y fibra de carbono compuesta. Se trata de algo inusual desde el punto de vista de la ingeniería estructural, pues en un contexto de inmersión profunda, el titanio y la fibra de carbono son materiales con propiedades muy diferentes.