Peña Gómez, el PRM y su frase «Vergüenza contra Dinero»

El doctor José Francisco Peña Gómez acuñó una frase que nunca pensó que tendría como blanco a un partido que lo ha asumido como su líder histórico, en el que militan algunos dirigentes que en sus años mozos la vociferaban por doquier, cuando el PRD era aplastado por la maquinaria del Estado.
«Vergüenza contra Dinero», fue un slogan de campaña que denunciaba el uso indiscriminado de los recursos del Estado por parte de los gobiernos reformistas del doctor Joaquín Balaguer, para ahogar las aspiraciones de cambio en la población dominicana cansada de un régimen que construyó muchas obras, a expensas del respeto de los derechos ciudadanos.
Quién le iba a decir a Peña Gómez, que un partido que se define como «peñagomista» se dedicaría a la masiva y malsana práctica de utilizar dinero para comprar a dirigentes y funcionarios municipales de la oposición, degradando el escenario electoral donde todo parece tener un precio.
Avergüenza ver a diario, como se difunde con bombos y platillos, la noticia del ingreso de tal o cual dirigente, alcalde o regidor de la oposición, al partido de gobierno, lo que todos sabemos que no es un acto de convicción política, sino movida por el tórrido cauce de los dineros del Estado, al aparecer esos personajes posteriormente en nóminas de instituciones del gobierno y muchas veces hasta sus familiares más cercanos.
Los casos de esta degradación política ya son tan frecuentes, que a nadie impresionan estas «juramentaciones» de personas que levantan la mano en señal de lealtad a su nuevo amo, cuando ya tienen los bolsillos llenos de las papeletas que han recibido en una negociación en el mercado persa en que ha devenido la actual campaña electoral.
Las entidades que antes se alarmaban por esta práctica, han guardado un silencio cómplice, lo que tampoco sorprende cuando varios de sus encumbrados dirigentes «no partidistas» ocupan cimeras posiciones en el gobierno.
Esos mismos que asumían y repetían la frase que petrificó el doctor Peña Gómez de «Vergüenza contra Dinero», son los mismos que hoy ignoran el asistencialismo interesado del gobierno en medio de la campaña, sin importar las perturbaciones provocadas en el proceso.
En esta batalla electoral han caído muchos «santos» de sus altares. Gente que había cultivado una trayectoria de vocación política, que han sucumbido a las tentaciones de Judas al venderse por menos de 30 monedas con justificaciones risibles, luego de disfrutar de codiciados cargos en los gobiernos del partido que abandonan.
Gente que ha lanzado por la borda principios que defendían con altivez terminarán en el zafacón de la historia cuando se pase balance a su carrera política que parece que ha llegado a su fin, convirtiendo la traición en un elemento cotidiano que colocará una mancha en su frente de la que se avergonzarán después hasta sus propios hijos.
Es en medio de esta fiesta desenfrenada que se paga con los recursos del Estado de donde truena la enérgica voz del doctor Peña Gómez desde su tumba en el Cementerio Cristo Redentor proclamando su «Vergüenza contra Dinero», esta vez dirigida a sus hijos políticos.
Y los que se alarmaban antes, y ahora callan para defender sus intereses garantizados por los cargos en el gobierno, recordar unas palabras pronunciadas por el doctor Julio César Castaños Guzmán en una conferencia ante los empresarios del Conep, en julio del 2017.
«La democracia no tiene precio… No se vende. Y no puede comprarse con dinero. Su valor está determinado por lo mucho que nos ha costado conseguirla. El sacrificio hace que las cosas sean sagradas. Su valor es moral».