Peralta y Donald los presos más mencionados en Najayo

Lo que nunca imaginaron desde sus elevados cargos pùblicos y sus oficinas en sus empresas familiares, Donald Guerrero y José Ramón Peralta han conocido un calabozo en la cárcel de Najayo, no como visitantes, sino como presidiarios.

Los exministros de Hacienda y Administrativo de la Presidencia han conocido como es un día con su noche encerrado en una cárcel pública, quizás lo que nunca imaginaron desde sus encumbradas posiciones públicas y el mundo empresarial.

Los dos tienen ya varios días en Najayo donde fueron enviados por año y medio (18 meses) por su responsabilidad en el alegado entramado de la denominada Operación Calamar.

En la cárcel de Najayo sólo se habla de los dos nuevos inquilinos, sobre todo del otrora poderoso ministro Administrativo quien tuvo un protagonismo que incluso llegó a opacar a otros funcionarios a quienes invadía sus áreas de trabajo, lo han dejado fuera del expediente, por el momento.

Según el Ministerio Público, Peralta era una pieza clave en el entramado de corrupción, quien movía el efectivo recibido por Mimilo Jiménez, otro empresario que está bailando en esa operación, pero que decidió colaborar con los fiscales que lo excluyeron del expediente.

Los restantes 18 imputados en Operación Calamar, a 16 de los cuales la magistrada dictó arresto domiciliaria y garantías económicas, habían sido trasladados a sus residencias en el día de ayer, incluido el exministro de Obras Públicas Gonzalo Castillo, uno de los tres últimos sacados de la “carcelita” del Palacio de Justicia para llevarlos a sus casas.

También lograron hacer todos los trámites para abandonar la “carcelita”, el excontralor Daniel Omar Caamaño y el empresario Rafael Parmenio Rodríguez, a los únicos que la jueza Kenya Romero impuso presentación periódica e impedimento de salida del país. Caamaño debió pagar una fianza de tres millones de pesos.

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