PMA advierte nueva crisis alimentaria en Haití
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) pidió hoy a los líderes de los países del G7, que se reunirán el próximo fin de semana en Japón, que continúen en 2023 su compromiso con la seguridad alimentaria mundial, sobre todo ante las nuevas crisis en Sudán, Haití y el Sahel.
«Unos 345 millones de personas se enfrentan actualmente a altos niveles de inseguridad alimentaria, un aumento de casi 200 millones desde principios de 2020 y de estos, 43 millones están a solo un paso de la hambruna», señaló el PMA, al destacar que además se ha visto «obligado recientemente a reducir las raciones de alimentos en las operaciones en Afganistán, Bangladesh y Palestina, ya que las necesidades superan la financiación disponible».
La directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain, recordó en una nota que el año pasado, los líderes del G7 lograron resultados que salvaron vidas en la lucha contra el hambre, que millones de personas recibieron el apoyo que tanto necesitaban y que países como Somalia se recuperaron del borde de la hambruna.
Sin embargo, «lamentablemente, la crisis alimentaria mundial no ha desaparecido. Y situaciones como las de Sudán y Haití están echando leña al fuego”, añadió.
Además, los combates en Sudán han desplazado a cientos de miles de personas y empujado a millones al hambre: el PMA estima que entre 2 y 2,5 millones de personas adicionales sufrirán inseguridad alimentaria aguda en los próximos meses por los combates en curso, lo que eleva el total en el país a un récord de 19 millones.
Mientras que en Haití, «el hambre se está afianzando a medida que la inseguridad, la violencia y los problemas económicos cada vez más profundos llevan a los haitianos que padecen inseguridad alimentaria a una crisis aún mayor. Se estima que un récord de 4,9 millones de personas en el país afrontan hambre aguda, alrededor del 45 % de la población».
Y lo mismo está ocurriendo en la región africana del Sahel, donde «nuevos brotes de violencia en lugares como Burkina Faso están provocando hambre entre las poblaciones que huyen, así como entre aquellos cuyas vidas y medios de subsistencia se han visto afectados por el conflicto».
Por ello, el PMA hizo este llamamiento a los países del G7, «para continuar financiando la asistencia alimentaria para los cientos de millones de personas afectadas por la crisis alimentaria mundial».
También pidió «apoyo político para otras acciones que ayudarían a aliviar la crisis, como trabajar por la continuación de la Iniciativa de Cereales del Mar Negro, garantizar un suministro adecuado de fertilizantes y apoyar programas para aumentar la producción de los pequeños agricultores».