Por serle infiel, mujer mandó a matar a su esposo en Santiago

Le descubrió una infidelidad y comenzó a maquinar un plan para matarlo y entonces quitarle todo, antes de que con su nueva relación se desvanecieran algunas de sus propiedades.
Es lo que hizo la profesora que pagó para que asesinaran a su esposo en Santiago, un hecho que dio un giro cuando el sicario señaló a quien proporcionó los medios para cometer el crimen.
Daneri Antonia Pérez Espinal habría pagado más de RD$3 millones para que asesinaran a su esposo, tras supuestamente descubrir una infidelidad.
Así lo establece el expediente nstrumentado por el Ministerio Público en contra de la mujer imputada por la muerte a tiros de Julio César Rodríguez Paula, de 68 años de edad, en un hecho ocurrido el 18 de septiembre del año 2020.
La mujer pasó de víctima a cómplice del crimen el mes pasado cuando fue apresada en el Palacio de Justicia de Santiago donde se conoce el caso, luego de que el Ministerio Público, durante la investigación, descubriera que la presunta implicación de la señora en la muerte de su esposo.
El dispositivo indica que la señora, de 68 años, descubrió el adulterio luego de darle seguimiento a su esposo durante varios días.
Relata que, tras comprobar la relación extramarital de su pareja sentimental, la imputada Daneri Antonia Pérez Espinal instruyó a su sobrino, Fabricio Antonio Báez Pérez, para darle muerte a Rodríguez Paula.
El expediente indica que la señora le proporcionó a su pariente los medios económicos para materializar la acción criminal.
El Ministerio Público señala que Pérez Espinal depositó en una cuenta de banco de su familiar tres millones doscientos treinta mil pesos.
De dicho monto, Fabricio le habría pagado RD$250 mil a Joan Giancarlos Acosta, conocido como «Café», para cometer el hecho.
Las autoridades identificaron al presunto pistolero al darle seguimiento, mediante las cámaras de seguridad que están instaladas en los alrededores de la escena del crimen, en Tamboril, hasta la zona Sur de Santiago, lugar donde se dirigió después del ataque a tiros.