Presidente Luis Abinader se apresta a mover el tablero militar
Cúpula castrense arriba a sus dos años
Por Guillermo Tejeda
(Director Resumen Final Digital)
El presidente Luis Abinader se apresta a realizar también cambios en el ámbito militar en lo que supone un remozamiento de su gobierno que ha recorrido ya la mitad de su trayecto constitucional.
Los jefes de fuerza y el Ministro de Defensa, ya cumplen los dos años reglamentarios, al ser designados en sus cargos con el inicio de gestión del Presidente Abinader.
Ya hay oficiales generales conscientes de esta situación, o que quizás fueron avisados de los cambios y se están despidiendo de sus tropas.
Uno de ellos es el Comandante General del Ejército, el mayor general Julio Ernesto Florián Pérez, quien convocó a las guarniciones para despedirse en un emotivo acto en el que participaron los comandantes de todas las brigadas.
Se trata de un oficial con un desempeño de cuarenta años en las filas militares, que ha ocupado diferentes posiciones de mando y con un amplio recorrido cumpliendo responsabilidades militares en el exterior.
Ha sido representante y ponente de las fuerzas armadas dominicanas en Guatemala, Canadá, Bolivia, Colombia, Estados Unidos, Honduras, Paraguay, El Salvador, México, Brasil, Perú, Chile, Uruguay y España.
Egresado de licenciado en administración de empresas en la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), en 1989, el general Florián Pérez ingresó a la Academia Militar de las Fuerzas Armadas “Batalla de las Carreras” en 1982.
EN LA ARMADA DOMINICANA
En la Armada Dominicana también se esperan cambios. Su jefe, el Vicealmirante Ramón Gustavo Betances Hernández, cumple dos años de gestión con altas y bajas que se reflejan en la inseguridad de las costas dominicanas, burladas por cientos de viajeros que se desplazan en yolas hacia Puerto Rico.
También la institución se ha visto envuelta en escándalos con el involucramiento de oficiales en actividades del narcotráfico. Betances Hernández se ha manejado en perfil bajo y su obra por igual no ha trascendido.
EN LA FUERZA AEREA DOMINICANA
En la Fuerza Aérea Dominicana también soplan vientos de cambios. Su jefe, el mayor general Leonel Amilcar Muñoz Noboa, arriba a sus dos años.
Los super tucanos han sido los que han sacado la cara por su gestión por las labores de interdicción para frustrar las operaciones del narcotráfico con las coordenadas de una Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) que ha salvado la imagen del gobierno en materia de política de seguridad, con la incautación de cargamentos sin precedentes de cocaína que le han valido al país el reconocimiento de gobiernos y agencias internacionales.
EL MINISTERIO DE DEFENSA
El Ministro de Defensa, Teniente General Carlos Luciano Díaz Morfa también arriba a sus dos años de gestión, con un trabajo que ha hecho énfasis en la vigilancia de la frontera, que se ha convertido en un barril sin fondo, insuficiente para garantizar una eficaz lucha contra la inmigración ilegal y el contrabando.
Díaz Morfa se ha manejado con gran discreción por lo que muchas de sus iniciativas no han trascendido más allá de los cuarteles, cuando el papel de unas Fuerzas Armadas modernas debe ir más allá en una sociedad que siente otras amenazas.
Las acciones cívicas que caracterizaron a las Fuerzas Armadas para compenetrarse con la sociedad civil han brillado por su ausencia o no han sido divulgadas, dando una sensación de aislamiento incluso con las comunidades donde están asentadas las principales guarniciones militares y las Comandancias Generales de las instituciones castrenses.
Para nadie es un secreto que el presidente Abinader se apoyó en una cúpula militar formada en la gestión del Presidente Hipólito Mejía que tiene en el general Díaz Morfa a su principal pieza de ese tablero, pero el mandatario ha ido cultivando las lealtades necesarias para dejar su propio legado en los cuarteles.
Por eso no debe sorprender que este 16 de agosto, o antes, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, introduzca importantes cambios en el tren militar, con lo que cumpliría con la Ley Orgánica de los institutos castrenses y le daría la oportunidad a Generales, también preparados, para que le acompañen en el tramo más difícil de los gobiernos, los últimos dos años.
También podría el presidente Abinader imprimirle un mayor dinamismo a unas Fuerzas Armadas que han ido perdiendo liderazgo en la población, por la palidez de las gestiones de los comandantes de fuerza, que no le han dado el calor suficiente a sus subalternos, al burocratizar el trabajo en sus aclimatadas oficinas, obviando las precarias condiciones en que se desempeñan sus subalternos que todavía no alcanzan un salario que le permita satisfacer las más mínimas necesidades familiares y tampoco reciben la logística necesaria para cumplir con su misión.