Quirinito tiene 7 años prófugo y sus cómplices en RD tranquilos

Quirinito tiene siete años burlando a los organismos de seguridad y a la justicia dominicana, luego de su espectacular fuga, en una historia en la que están involucradas una serie de funcionarios de esas agencias y médicos que se prestaron para “enfermerlo” de un cáncer que le habría provocado “la muerte”.

Alejandro Castillo Paniagua, un narco-sicario, pariente del capo Quirino Ernesto Paulino Castillo, fue declarado muerto por el médico legista Orlando Herrera Robles, a causa de un infarto provocado por un “cáncer en la lengua”    diagnosticado mientras estaba recluido en la cárcel de Najayo Hombres.

El diagnóstico de Castillo Paniagua, fue revelado el 31 de marzo de 2017 por el oncólogo Cesar Núñez, quien al descubrir la “gravedad de la situación”, sometió al recluso a un tratamiento de quimioterapia para tratar su condición médica, sacándolo de prisión e ingresándolo en un centro de salud.

Tras es el falso deceso de Quirinito, la Procuraduría General de la República abrió un proceso de investigación en torno a su muerte, del cual se determinó que Castillo Paniagua no había fallecido.

Dos meses y 26 días después de haber sido declarado muerto, 3 de octubre del 2017, las autoridades dominicanas activaron la búsqueda del narcotraficante, solicitando ayuda a los organismos de inteligencia del país y a la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) con una orden de captura nacional e internacional.

La jueza Aleyda Jiménez que ordenó la excarcelación de Quirinito y que fue suspendida por la Suprema Corte de Justicia.

Desde entonces, la fuga de Quirinito permanece en el imaginario dominicano como una de las mejores elaboradas. Hasta la fecha, el nombre de Alejandro Castillo Paniagua, figura en la lista de los más buscados en las páginas de Interpol.

Alejandro Castillo Paniagua fue condenado a 30 años de prisión por su participación en el asesinato del español Gustavo Adolfo Cervantes Arellano, alias «Waikikí», en 2008, en la provincia de San Cristóbal. Sin embargo, en 2013, un tribunal colegiado en Baní redujo la sentencia a 20 años, mientras estaba recluido en la cárcel de Najayo Hombres.

También fue vinculado actividades del narcotráfico, siendo sobrino del confeso narcotraficante Quirino Ernesto Paulino Castillo.

Es aquí cuando el caso dio un giro drástico, tras declarar la muerte del imputado, desmentida tras un proceso investigativo realizado por la Procuraduría.

Su fuga se produjo mientras cumplía prisión domiciliaria en San Francisco de Macorís, favorecido con la medida cautelar bajo el alegato de que padecía de un carcinoma en la lengua, la enfermedad por la que se alegó falleció.

La mujer de Quirinito, también protagonizó un drama de “mucho dolor” por la muerte de su marido y en ningún momento dijo a las autoridades donde fue “enterrado” ni quienes se llevaron el cadáver al cementerio.

En ese entonces, las autoridades entrevistaron a varias personas, entre ellas, al padre de Quirinito, Rafael Castillo Ramírez, quien al ser cuestionado expresó a las autoridades «que su hijo no está muerto porque de haber fallecido le hubiesen entregado el cadáver», dijo el Ministerio Público.

También fue interrogada la esposa de Quirinito, Jennifer Esthefani Domínguez de Castillo, quien declaró que su esposo murió en su residencia, en horas de la mañana del 5 de julio del 2017, indicando que no estaba en disposición de decirle a las autoridades quién se habría llevado el cadáver ni el lugar donde estaba.

El Ministerio Público (MP) gestionó y logró la declaración en rebeldía del imputado Pedro Alejandro Castillo Paniagua (Quirinito) ante la Cámara Penal de la Corte de Apelación de San Francisco de Macorís, para mantener el caso abierto.

Al día de hoy Castillo Paniagua se encuentra en la lista de los delincuentes buscados por Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) por homicidio.

En julio de 202, el exdirector del Departamento Nacional de Inteligencia (DNI), Sigfrido Pared Pérez, afirmó en que Quirinito fue ubicado en Europa, específicamente en Holanda.

Pared Pérez manifestó que las veces que dijo que estaban a punto de apresarlo era porque lo tenían ubicado, en coordinación con oficiales de inteligencia de Europa, y que al final no pudieron ayudar.

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