Requisa comprueba gran corrupción cárcel de Puerto Plata

Drogas, 79 celulares y objetos corto punzantes

Por Jeannette Kranwinkel.

La procuraduría general de la República tuvo que esperar el asesinato de un recluso, varios amotinamientos, la sublevación de un agente penitenciario y la comprobada presencia de armas de fuego para realizar una requisa en el Centro de Corrección y Rehabilitación San Felipe, en Puerto Plata.

La Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC) ocupó drogas, armas blancas, teléfonos móviles y otros objetos ilegales, durante una requisa. Ya antes en este centro había ocurrido lo mismo y se destituyó al menos uno de sus directores.

Familiares de reclusos han denunciado la corrupción imperante en esta cárcel de San Felipe, Puerto Plata, en complicidad abierta con los agentes penitenciarios.

El operativo fue la respuesta al motín de esta semana donde fue asesinado a tiros y puñaladas el recluso Raúl Alfonso Bonilla, quien guardaba prisión acusado de haber pagado 150 mil pesos a sicarios para que dieran muerte en el 2019 al subdirector del penitenciario Rafey Hombres de Santiago, George Adonis Adames.

El interno había denunciado un plan para asesinarlo, lo que puso en conocimiento de las autoridades que se quedaron de brazos cruzados hasta que llegó la tragedia al penal, donde según socorridas denuncias, hay complicidad para el ingreso de armas de fuego, celulares y drogas.

La  requisa se extendió por 8 horas durante las cuales 30 agentes de Vigilancia y Tratamiento y de las unidades de Traslado de Alto Riesgo (UTAR) y Canina (K9), revisaron los alojamientos, camas, baños, pasillos, áreas comunes y áreas de lavado de dos módulos del recinto.

El operativo, que se llevó a cabo sin ningún incidente, implicó la movilización de 190 privados de libertad hasta el comedor del recinto y entre los objetos y sustancias ocupadas se encuentran porciones de cocaína, marihuana y tabaco de andullo.

Los agentes también incautaron 79 teléfonos celulares, 57 objetos cortopunzantes de fabricación artesanal, trozos de seguetas que se utilizan para cortar hierro,  navajas de afeitar, 40 auriculares, 72 cargadores, cortauñas, chips de teléfono, encendedores y balanzas para pesar droga, una muestra de que en la cárcel de San Felipe operan puntos de drogas.

El Ministerio Público investiga las circunstancias en que fue asesinado el privado de libertad Raúl Alfonso Bonilla, quien cumplía condena por homicidio y que falleció el sábado 1 de octubre tras ser retenido por un grupo de internos y recibir dos disparos con un arma introducida al penal, así como diez heridas por objetos cortopunzantes.

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