Riesgos salud mental al consumir bebidas energéticas
Investigadores de Fuse, el Centro de Investigación Traslacional en Salud Pública de la Universidad de Newcastle y la Universidad de Teesside, alertaron que las bebidas energéticas están asociadas con un mayor riesgo de problemas de salud mental entre niños y jóvenes.
Según el nuevo estudio, en el que analizaron datos de 57 investigaciones que abarcaron una muestra de más de 1,2 millones de niños y jóvenes de más de 21 países, los investigadores encontraron que el consumo de bebidas energéticas podría provocar ansiedad, estrés, depresión y pensamientos suicidas. Asimismo, señalaron que su consumo era más común entre los niños que entre las niñas y también se asociaba con un aumento de conductas de riesgo como el uso de sustancias, la violencia y las relaciones sexuales sin protección.
También vincula el consumo de bebidas con un mayor riesgo de bajo rendimiento académico, problemas de sueño y hábitos alimentarios poco saludables. Los expertos resaltaron la necesidad de tomar medidas regulatorias para restringir la venta y comercialización de bebidas energéticas a niños y jóvenes.
“Las bebidas energéticas se comercializan entre niños y jóvenes como una forma de mejorar la energía y el rendimiento, pero nuestros hallazgos sugieren que en realidad están haciendo más daño que bien”, explicó Amelia Lake, profesora de Nutrición de Salud Pública de Fuse y autora principal del estudio. “La evidencia de que las bebidas energéticas son perjudiciales para la salud física y mental de niños y jóvenes, así como para su comportamiento y educación es clara. Necesitamos tomar medidas ahora para protegerlos de estos riesgos”, añadió.
La Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido establece que las bebidas energéticas generalmente tienen altos niveles de cafeína y son diferentes a las “bebidas deportivas” que podrían usarse para reemplazar los electrolitos perdidos durante el ejercicio. Los niveles de cafeína en una lata pueden variar entre 80 mg (equivalente a dos latas de cola o una taza de café instantáneo) y 200 mg (equivalente a cinco latas de cola).