Se compraron vehículos de lujo con dinero destinado a niños
Fraude por 250 millones en pandemia
La justicia norteamericana ha presentado cargos penales contra 47 acusados por su presunta participación en un esquema de fraude por 250 millones de dólares, a un programa de nutrición infantil financiado por el Gobierno federal durante la pandemia de covid-19, afirma el comunicado del Departamento de Justicia de EE.UU. El director del FBI, Christopher Wray, calificó la trama como “un atroz complot para robar fondos públicos destinados a atender a niños necesitados”.
“Se trata de un plan descarado de proporciones asombrosas”, dijo el fiscal Andrew Luger del distrito de Minnesota. Las 47 personas son acusadas de distintos delitos, como confabulación, fraude electrónico, blanqueo de dinero y soborno.
Los estafadores elaboraron y llevaron a cabo un gran plan para tomar dinero del Programa Federal de Nutrición Infantil, destinado a proporcionar comida gratuita a niños necesitados. Así, crearon la ‘Feeding Our Future’, una organización sin ánimo de lucro que funcionaba como patrocinadora y que participaba en el Programa Federal de Nutrición Infantil.
Los delincuentes recibieron financiación del Departamento de Agricultura de EE.UU, que dirigía el programa para distribuir comida gratuita entre niños desamparados. Crearon docenas de empresas ficticias tanto para inscribirse en el programa como para recibir y blanquear las ganancias del circuito. Las organizaciones creadas por los miembros de ‘Feeding Our Future’ aseguraban servir comida gratuita aunque, en realidad, no lo hacían y se quedaban el dinero.
Los estafadores crearon y presentaron documentación falsa, incluyendo las listas de niños a los que supuestamente habían alimentado. Lo hicieron utilizando un generador de nombres aleatorios. En total, ‘Feeding Our Future’ abrió más de 250 centros en todo el estado de Minnesota y obtuvo más de 240 millones de dólares de fondos del Programa Federal de Nutrición Infantil.
En lugar de alimentar niños, compraron vehículos de lujo, inmuebles residenciales y comerciales en varios países y financiaron viajes internacionales.
“Aprovecharse de un programa gubernamental destinado a alimentar niños en un momento de crisis nacional es el epítome de la codicia”, declaró el agente especial a cargo Justin Campbell.