Sigue debate sobre eliminación Pruebas Nacionales

Malagón dice sería golpe mortal educación

Lo ha advertido  la licenciada Jacqueline Malagón, quien ha dejado su impronta en la educación dominicana con su Plan Decenal: Eliminar las Pruebas Nacionales sería asestarle un golpe mortal a la escuela dominicana.

Ha rechazado los pronunciamientos de algunos sectores, entre ellos la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), que abogan por eliminar esas evaluaciones, con el argumento de que generan estrés al estudiantado y no reflejan siempre su nivel de conocimiento.

Consideró inapropiado y desafortunado que se califique como una retranca las Pruebas Nacionales, significando que no deben ser percibidas como una estrategia engañosa o astuta, (como la RAE define retranca), sino como una instrumento esencial para evaluar el progreso educativo nacional.

«Las pruebas nacionales son una herramienta necesaria para medir el rendimiento académico a nivel nacional. Proporcionan datos valiosos que ayudan a identificar áreas de mejora en el sistema educativo y a diseñar políticas efectivas», indicó la ex ministra de Educación.

Afirmó que, aunque entiende las preocupaciones sobre el impacto emocional y pedagógico de las pruebas, estas también cumplen un papel determinante en la evaluación objetiva del sistema educativo.

Malagón considera que las Pruebas Nacionales son fundamentales porque son el único medio para evaluar si los estudiantes han aprendido lo necesario para avanzar en su educación.

Sin embargo, entiende que las pruebas actuales podrían beneficiarse de reformas para hacerlas menos estresantes y más alineadas con un enfoque educativo integral.

Sostuvo que cualquier cambio debe ser cuidadosamente planificado y debe considerar las opiniones de todos los actores educativos involucrados y de los expertos.

Se mostró en desacuerdo con que tengan un valor de 30 puntos y el 70 restante sea del haber académico. “Yo creo que las pruebas nacionales deberían tener un peso mayor. Si no le quieren dar 50 puntos, yo me conformaría con que le den 40 y que 60 sea la nota del año académico del joven”.

Sugirió volver a implementar las clínicas de preparación los sábados, durante los últimos meses del año escolar y asegurar que las pruebas mantengan un rigor adecuado para reflejar los conocimientos adquiridos: “Pero también pido que no me hagan las pruebas más fáciles para que los muchachos la pasen. Esa no es la solución para llegar a la calidad educativa. Eso es engañarse uno mismo.”

Considera pertinente aumentar el número de supervisores de las pruebas nacionales, para evitar que los estudiantes cometan fraude.

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