Siguen saqueos y protestas en Haití

Varias calles de Port-au-Prince están nuevamente cerradas al tráfico de automóviles este lunes en Haití, después de dos días (sábado y domingo) de «respiro» en medio de una tensa calma.
Los comercios de las principales arterias, bancos comerciales y administración pública de la capital haitiana, mantienen sus puertas cerradas.

Desde hace una semana, la capital y localidades provinciales viven turbulencias con hechos de violencia, saqueos, quema de instituciones públicas así como de residencias particulares. El nuevo discurso del primer ministro Ariel Henry para mantener altos los precios de la gasolina ha empeorado la situación.
Ariel Henry llamó a la población a la calma. Calificó de irresponsables a quienes utilizan la miseria de los ciudadanos para incitarlos a la violencia. “Algún día se tendrá que pagar frente a la historia”, lanzó el jefe de Gobierno, asegurando que el Gobierno trabaja en el desbloqueo de las vías obstruidas por los manifestantes.

El primer ministro Henry aseguró que su gobierno ha hecho esfuerzos para que los productos derivados del petróleo estén disponibles en las terminales. “Se acabó el mercado negro. Motociclistas, camioneros, fábricas, empresas ya no experimentarán dificultades. Cuento con cada uno de ustedes para volver a la calma”, dijo el Sr. Henry, insistiendo en la necesidad de permitir que las clases reabran en paz.
Port-de-Paix: escenario del saqueo de las instalaciones de Caritas
Miembros de la población saquearon, muy temprano el lunes 19 de septiembre, las instalaciones de Caritas, en Lavaud, en el camino a Saint-Louis du Nord. La gente se lleva la comida que luego es repartida entre ciudadanos hambrientos.
Otros negocios de grandes familias, también han sido saqueados por los manifestantes.