Solo Haití supera mortalidad materna de República Dominicana

Las autoridades sanitarias siguen fracasando en los intentos por reducir la mortalidad infantil en la República Dominicana.

Lo confirman los mismos datos ofrecidos por el Ministerio de Salud Pública, que coloca al país en el quinto lugar con la peor tasa de mortalidad materna en América Latina y el Caribe.

Un informe del Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF) y los propios datos del Ministerio de Salud Publica indican que en el año 2024 se registraron 181 muertes de madres por cada 100.000 nacidos vivos.

Según los últimos informes de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, la República Dominicana ocupa ese quinto lugar en defunciones maternas el quinto lugar con la peor tasa de mortalidad materna, solo superada por Haití que tiene 328 muertes por cada 100 000 nacidos vivos.

Venezuela tiene una tasa de 227 por cada 100,000 nacidos vivos, Bolivia 146 y Jamaica 130. Si la cifra empeoró en 2024 para Dominicana que estaba en 125 en el año 2023 según la OPS, el país podría descender al tercer puesto en la región, lastimoso, por el impacto en las familias.

Resulta aún más alarmante que, siendo República Dominicana el séptimo país de la región con mayor ingreso per cápita, el sistema de salud presente estos indicadores tan preocupantes, analizan estudiosos del tema.

“No es cierto que este fenómeno se deba principalmente al flujo migratorio haitiano. La mayoría de las mujeres haitianas embarazadas que acceden a nuestros hospitales residen hace tiempo en el país y reciben idénticas atenciones que las dominicanas”, resalta la investigación.

Este vergonzante índice refleja, sobre todo, la insuficiente calidad de la atención materno-infantil, lo que también incide en la elevada mortalidad neonatal e infantil. Los estudiosos del sistema analizan factores determinantes de la baja calidad de atención, insuficiente inversión en salud, especialmente en el primer nivel de atención pública, alta tasa de fecundidad adolescente, con embarazos de riesgo, deficiencias de gestión, lo que incluye falta de un seguimiento temprano desde la confirmación del embarazo no se detectan ni se alertan los casos de riesgo.

El sistema de salud tiene ausencias y deficiencias de historias clínicas digitales que permitan un monitoreo en tiempo real. El país necesita un sistema proactivo que localice y acompañe a las gestantes.

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