Son 11 los presos muertos por fuego en La Victoria
Procuradora dice "lamenta" la tragedia
La procuraduría general de la República, responsable del sistema carcelario del país, confirmó esta tarde que han muerto ya once presos por el fuego de La Victroria, mientras que esa cifra podría aumentar cuando se terminen de recoger los escombros en las celdas afectadas por las llamas.
Mientras que la procuradora Miriam Germán Brito, quien ha mantenido cerrada la nueva Cárcel de La Victoria, en la comunidad de Las Parra, en Guerra, ahora dice que se siente “profundamente consternada” por la tragedia.
Sostuvo que se realizan labores de búsquedas en las áreas afectadas del penal para descartar la existencia de otras víctimas.
El incendio que se declaró este lunes y se prolongó por espacio de unas doce horas, se atribuye a un corto-circuíto, lo que para el Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, es muy prematuro para dar ese veredicto.
La magistrada Germán Brito dijo que se siente “profundamente” consternada con la situación acaecida y que se solidariza con el dolor de los afectados y sus familiares.
“Lamentamos esta situación y nos solidarizamos con los afectados por el siniestro y con el dolor que atraviesan en estos momentos los familiares”, indica la procuradora, quien dijo esperar el informe final de la investigación que realizan los organismos de socorro y la policía.
Asimismo, agradeció la colaboración y cooperación del Ministerio de Defensa y de la Fuerza Aérea, quienes facilitaron los helicópteros para sofocar el siniestro, así mismo lo hizo con los cuerpos de bomberos de los distintos municipios, la Defensa Civil, con la Armada de la República Dominicana, el Ejército Dominicano, la Policía Nacional y el Sistema Nacional de Emergencia 911.
La magistrada también indicó que la Dirección General de Migración facilitó los vehículos para el traslado de unos 400 internos, de los cuales 300 de ellos fueron llevados al Centro de Corrección y Rehabilitación El Pinito, en La Vega y 100 al centro penitenciario Vista al Valle, en San Francisco de Macorís.
Se trata de unos camiones que sirven como cárceles móviles en las redadas de los indocumentados.