Sospechosas fugas en gasoductos abastecen Alemania
El gasoducto Nord Stream 1 y el gasoducto Nord Stream 2 han registrado un total de tres fugas entre ayer por la noche y este martes, según informan varias agencias, haciéndose eco de las alertas de las autoridades suecas y danesas.
«Las autoridades fueron informadas ahora de que hay otras dos fugas en el gasoducto Nord Stream 1, que tampoco está operativo pero que contiene gas», ha indicado este martes el ministro danés de Clima y Energía, Dan Jorgensen, en un comunicado.
La autoridad naviera danesa ha sido la primera en advertir sobre el incidente en el gasoducto Nord Stream 2, que une Rusia con la costa norte alemana a través del Mar Báltico.
El operador Gascade habla de una fuerte caída de presión en el tubo que denota una fuga de gas y sugiere un sabotaje. Según los primeros informes, burbujas de metano brotan del mar cerca de la isla danesa de Bornholm. La empresa operadora Nord Stream 2, la Policía y la Marina ya han establecido una zona restringida de cinco millas en torno a la fuga, al sureste de Dueodde en Bornholm, y se ha prohibido el tráfico aéreo por debajo de los 1.000 metros.
Nord Stream 2 terminó de ser construido hace un año, pero nunca se puso en funcionamiento. La autoridad danesa también ha publicado las coordenadas exactas de la fuga: 54°52’6”N, 15°24’6”E. Ese es el punto en el que el gas se está escapando desde el lunes por la noche. Está situado a unos 170 kilómetros de mar de la costa sur de Suecia, a la altura de Malmö, y a unos 500 kilómetros al sur de la isla de Gotland, en la que las Fuerzas Armadas suecas mantienen varios cientos de soldados desplegados desde inicios del pasado verano.
Una portavoz del operador de redes de gas Gascade confirma que el hallazgo se produjo cuando los sensores registraron una caída masiva de presión en la tubería y dieron la alarma. Según los operadores de Nord Stream 2, la presión cayó de 105 bar a solo 7 bar. El gasoducto había sido llenado de gas y presurizado, aunque todavía no contaba con el permiso de operación, que finalmente fue denegado por las autoridades alemanas. Se trata de una infraestructura de última tecnología cuyo coste ha superado los 11.000 millones de euros.
Accidente o sabotaje
El tubo entre el puerto de Ust-Luga y la localidad alemana de Lubmin se llenó de gas procedente de Rusia para realizar las pruebas previas al proceso de autorización. Después de que se conociera que Rusia estaba preparando una guerra de agresión contra Ucrania, el canciller alemán, Olaf Scholz, cedió a las presiones de Estados Unidos, que había incluso decretado sanciones contra las empresas que participaban en su construcción, y detuvo el proceso de aprobación del proyecto, pero la tubería permaneció llena de gas.
Por el momento, no está claro detrás de la ruptura hay un accidente o si se trata de un sabotaje. Sin embargo, un accidente es poco probable dado que se trata de una obra muy reciente, según fuentes alemanas. El momento del accidente, en medio de una crisis de suministro en Europa Occidental y después de serios reveses de Rusia en la guerra de Ucrania, se presta a la sospecha de un acto intencionado.