Tribunal falla a favor de un gallo que molestaba vecino

En Francia, el  tribunal de Carcasona falló a favor del gallo Saturnino, instalado en la aldea de Villalbe (Aude) a unos 4 kilómetros de la ciudad medieval. El canto demasiado madrugador inquietó a uno de los vecinos, que exigió su salida sin demora así como 5.000 euros de daños y perjuicios.

“En su decisión, el tribunal afirmó el carácter rural de la aldea, se regocija Me Franck Alberti, abogado de la familia Voltes-Bobic, propietaria del ave. Estamos en un pequeño pueblo donde las campanas suenan cada media hora entre las 7 y las 22:30 horas, donde los tractores de los tres viticultores recorren las calles principales desde las 6 de la mañana en época de vendimia. Más allá de este conflicto vecinal, hacemos justicia a quienes toman conciencia de las bondades del campo. »

La aldea de Villalbe (Aude), en Francia.

Al principio dispuestos a desprenderse de las gallináceas, los dueños -“gente muy agradable, sin estilo para meterse en líos”, según un vecino de la aldea- habían cambiado de opinión al darse cuenta de que sólo una persona tenía la culpa. “Presenté al juzgado nada menos que trece certificados de otros vecinos que afirmaban la ausencia de molestias”, indica Me Alberti.

Incluso los hallazgos elaborados por un alguacil no fueron concluyentes: se estimó que el flash de su cámara disparado a las 2 a.m. para tomar una foto del gallinero había sido capaz de molestar al animal que había comenzado a cantar… 17 veces en cinco minutos.

El demandante aún puede apelar la decisión, que sin embargo deja a Saturnino unos meses de respiro -alrededor de veinte, estima el abogado de sus dueños- para saludar a la estrella del día.

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