Unos 60 presos han muerto en cárceles de Haití
El cólera también amenaza prisiones
La directora de la Fundación Je Klere, una organización de derechos humanos, Marie Yolène Gilles, está dando la voz de alarma sobre las condiciones de detención de los presos en las cárceles, en particular en la penitenciaría nacional de Haití.
Según ella, es posible que haya un brote de cólera en la prisión civil de Port-au-Prince que ya ha causado una veintena de muertos. “Muchos detenidos muestran síntomas de cólera. Algunos pasan de la vida a la muerte. Hasta el día de hoy, se han producido 22 muertes en la prisión civil de Port-au-Prince. Las víctimas están muy demacradas y viven en condiciones insalubres en las celdas”, denuncia la activista de derechos humanos.
Según Marie Yolène Gilles, también se registran muertes en otros centros penitenciarios del país. “Este es el caso de las prisiones de Jacmel, Petit-Goâve y Les Cayes. En Petit-Goâve, al menos una docena de detenidos ya han muerto”, indicó Marie Yolène Gilles, destacando que de julio a octubre murieron más de sesenta presos en todo el país.
Además, el representante de la Fundación Je Klere deploró la demora en sacar los cadáveres de las celdas. “Es difícil encontrar un juez de paz para el informe. Como resultado, los demás internos pasan muchas horas conviviendo con los cadáveres”, lamenta.
La Sra. Gilles señala que las protestas seguidas de barricadas repercuten en la situación de los detenidos en los distintos centros. “Los presos están sufriendo mucho. Les falta agua, comida. A veces tenemos la ración seca pero no podemos cocinarla por falta de combustible. Los padres no pueden venir a traerles comida. Los oficiales no pueden visitar las prisiones. Cuando un prisionero está angustiado y pide ayuda a los guardias, su acercamiento es en vano ya que los guardias son superados en número.
El prisionero en cuestión es testigo triste de su muerte. La prisión se ha convertido en un corredor de la muerte”, lamenta Marie Yolène Gilles.
La activista de derechos humanos critica a las autoridades judiciales que, según ella, no han hecho nada para reducir el hacinamiento carcelario provocado por la prisión preventiva prolongada.
“La población carcelaria ronda los 11.700 presos. Solo 1.900 ya han sido condenados contra más de 9.000 que se encuentran en prisión preventiva prolongada. Varias instancias de la cadena penal están operativas mientras que no se ha hecho nada concreto para desatascar las prisiones. No hay testamento”, sostiene Marie Yolène Gilles.
(Tomado de El Nouvelliste)