Voracidad del gobierno para endeudamiento no se detiene
Envían otros dos préstamos al Congreso Nacional
Continúa la voracidad del gobierno para el endeudamiento, una política que amenaza el futuro de las finanzas públicas, aunque las autoridades aseguran que el país todavía soporta más empréstitos.
En el Congreso Nacional descansan dos nuevos contratos de préstamos que totalizan los 120 millones de dólares para la implementación de proyectos agrícolas en la República Dominicana, que serían manejados desde el Ministerio de Agricultura y pagados regularmente hasta el año 2043
Hay un primer préstamo, por un valor de 95 millones de dólares con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que se destinaría a financiar el programa de inversiones sostenibles y mejorar la productividad en el sector agrícola de la República Dominicana.
Una carta enviada por el presidente Luis Abinader a la Cámara de Diputados establece que el objetivo del programa es promover inversiones en tecnologías climáticas e incrementar la provisión de créditos para la adopción de nuevas tecnologías que beneficien a los productores agropecuarios.
Además, con el dinero se busca realizar entrenamientos y capacitaciones para asegurar la priorización de los productos y acompañar el financiamiento, la adaptación y el uso de nuevas herramientas tecnológicas.
El préstamo suscrito con el BID, una vez aprobado por el Congreso, deberá pagarse en mayo y noviembre en cuotas regulares que se extenderán hasta el año 2043 bajo una tasa de pago especial.
El otro proyecto de préstamo enviado por el Poder Ejecutivo a la Cámara de Diputados totaliza los 25 millones de dólares y sería suscrito con la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), para un plan agropecuario que abordará varios aspectos.
El contrato, que fue depositado en el Congreso el 28 de febrero, dispone que los recursos del empréstito alcanzarían el abordaje de desarrollo sectorial, protección social rural, inclusión productiva y desarrollo rural territorial.
El préstamo también será pagado hasta el año 2043 y persigue poner en manos de los productores una línea de crédito que les permita invertir en proyectos verdes y sostenibles, asistencia técnica para promover el uso de las tecnologías y fortalecer la gestión financiera de las inversiones que se ejecuten a favor del sector agropecuario.