Yoga contra depresión y suicidios

Por Oscar López Reyes.

Ruidos por doquier: bocinas de vecinos, automóviles, policías, ambulancias, bomberos, teléfonos, etc. Quebrantos de salud. Presiones laborales. Rompecabezas hogareños. Apuros económico-financieros. Asesinatos. Guerras. Catástrofes naturales (terremotos, ciclones, sequías, etc.). Pandemias. Hostilidades de congéneres. Estos y otros sobresaltos provocan molestias, ansiedad, decaimientos en el estado de ánimo, alteraciones psíquicas y otros padecimientos sicogénicos.

Disminuye el resuello, elimina el hipo y pone el corazón en vilo la revelación del Ministerio de Salud Pública de que el 12% de las consultas en el Centro de Contacto Cuida tu Salud Mental de esa dependencia oficial durante la semana epidemiológica del 12 al 26 de junio de 2023, son relativas a la ideación suicida y el sentimiento de soledad. Ante el SOS, lo recomendable, en primera instancia, es buscar el auxilio médico especializado. En determinadas fases del tratamiento, psiquiatras refieren a sus parientes a centros de yoga.

El yoga avista como una alternativa para afrontar adversidades y como placeres espirituales, y sobre los cuales puedo ofrecer múltiples testimonios, después de más de 20 años de practicarlo ininterrumpidamente. Sus mayores beneficios han sido la alta potencialidad creativa.

Con sus técnicas psicofísicas-espirituales, el yoga cautiva la paciencia, activa la energía vital y equilibra las emociones; relaja en la armonía y proporciona un estado de bienestar y paz interior, para la auto-realización. Enseña a Ser más que a Tener.

Los movimientos yoguísticos continuos anclan como un dulce Angel fisio/psicoterapéutico, y ayuda a controlar los sentimientos malignos (odios, rencor, envidia, el egoísmo, etc.), a eliminar la depresión, el miedo, las angustias, los deseos desenfrenados y las adicciones (fumar, ingerir alcohol y café, estupefacientes, etc.), las fatigas cotidianas y otras dolencias del alma.

La somatización y mentalización de la práctica yoga, signada por la simplicidad, logra su cometido con la disciplina, la perseverancia y la repetición apacible. Entonces pronuncia, con más fluidez, las palabras yogui, yogis, yogas, yogi, yogin, yoguini y yoguismo, o estudio del yoga.

Al ver a iniciados con las piernas descansando en el suelo y las manos apoyadas en los muslos, erguidas y con los ojos cerrados, muchas personas interpretan que el yoga es una religión. Aunque ofrezcan ofrendas de amor y den las gracias infinitas a Dios, no se trata de un credo o un dogma, sino de una filosofía de vida.

El yoga, al que se le confunde con la religión por su carácter místico y su vocación espiritual, puede ser practicado por cristianos, hinduistas, islamistas, budistas, judaístas, taoístas, etc.; por no religiosos y por ateos.  No reclama color político, estatura física ni título académico.

Aunque por la sistematicidad de las acciones (karma), en el ser humano se registran cambios impresionantes, no se está en presencia de un milagro ni de un acto de magia.  Se trata de la integración tridimensional: cuerpo, mente y espíritu, y su conexión con el universo y el Ser Supremo. Son un halo preventivo y curativo, y virtualidades para la perfección y realización.

El yoga es la disciplina que integra el arte, la filosofía existencial y la ciencia del Ser, para conservar la salud y prolongar la presencia terrenal en un estado de plena satisfacción.

Los doctores Deepak Chopra y David Simon, cofundadores del Centro Chopra en California, señalan que “existen cuatro formas tradicionales del yoga: el gyan, el bhakli, el karma y el raja. El gyan es el yoga del discernimiento y es, a la vez, el yoga de la ciencia –después de todo, la ciencia es el conocimiento de las leyes de la naturaleza-. Las leyes de la naturaleza son el pensamiento de Dios, y la ciencia es la manera como Dios explica a Dios a través del sistema nervioso humano. La ciencia no es enemiga del despertar espiritual, por el contrario, es una amiga que encierra un potencial inmensamente útil”.

Swami Gurù Devanand Saraswati Ji Maharaj, fundador de centros yoga en República Dominicana y varios países de América Latina explicó que “Cuando se conocen las leyes profundas de la Naturaleza, se puede vivir conforme y en armonía con ellas. Esta es la única forma de obtener paz y felicidad en la vida. Estas leyes sutiles no dependen de la voluntad del hombre ni de sus creencias. Ellas actúan independientemente de que el Ser Humano las perciba o no, de que crea o no crea en ellas. Son tan reales como la vida misma. Son inequívocas y muy precisas.

“Cuando el Hombre aprenda a utilizar correctamente las leyes sutiles de la Naturaleza, habrá dado un paso gigantesco hacia la búsqueda de su Real Naturaleza Superior. Esas mismas leyes mal utilizadas pueden destruir al individuo. De aquí su gran importancia”.

¿Cuáles son los beneficios del yoga?

1.- Reduce o elimina las  tensiones nerviosas y las contracciones musculares, revitaliza  y proporciona energía superior al cuerpo, a través de la flexibilización, la elasticidad de los tejidos blandos y las articulaciones y otros órganos internos.

2.- Expulsa la ansiedad, las preocupaciones, la aflicción, el miedo, el odio, la ira, el orgullo y los rencores.

3.- Desintoxica, purifica y vigoriza el cuerpo físico, y relaja profundamente la mente.

4.- Alivia y suprime los estados depresivos, los dolores y los trastornos psico-somáticos.

5.- Retrasa el envejecimiento, en el elixir de la juventud, y prolonga la vida.

6.- Mejora el estado de ánimo, el sueño, la memoria, la concentración, la seguridad y la confianza, con el descanso profundo en la alquimia mental.

7.- “Activa los niveles inactivos” de la mente y eleva los internos de la conciencia.

8.- Potencia la inteligencia, la imaginación y la creatividad.

9.-  Busca la verdad, el amor, la armonía y la paz, como ”fuente eterna del alma y de la luz”.

10.- Piensa y obra con más claridad.

Para abrazarse al yoga no se exige edad, título académico, profesión religiosa ni otros requisitos. Y para que surta un efecto terapéutico positivo, su práctica ha de ser permanente y consistente, diaria, utilizando la fuerza de voluntad para vencer la apatía.

En la escuela de Yoga Devanand de la Sociedad Internacional de Realización Divina (SIRD), a cada practicante o iniciado se le explican las ventajas de la filosofía y sus abstinencias, pero tiene libre albedrío, por ejemplo, de seguir comiendo carne, por los conceptos libertad y responsabilidad de sus propios actos.

El yoga emblema en la diversidad y la amplitud. Sus especialidades son más de 80. Todos los métodos, técnicas, estilos, escuelas y géneros conforman el Yoga Integral, y usted puede preferir uno de ellos, para eliminar o reducir la depresión y el pensamiento suicida. Practicando esta disciplina, en la más sublime plenitud espiritual, puede, como lo planteó el fundador de la filosofía yoga, Patanjali, fijarse el objetivo de la liberación total del sufrimiento.

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