Las derrotas de La Victoria

Por Guillermo Tejeda.

Director Resumen Final Digital

Nuevamente se ha evidenciado que la “fiebre no está en la sábana”.

La Procuraduría General de la República magnificó lo que todos sabemos que ha ocurrido toda la vida en la Penitenciaría Nacional de La Victoria y asumió “el control y seguridad” de ese recinto.

Meses después, en esa cárcel no ha cambiado nada, que no sea el de un Coronel de la Policía por una Alcaidesa, con el agravante de que el “tigueraje” es muy fuerte para una mujer, máxime, cuando no cuenta con el apoyo de internos ni subalternos.

La Victoria también se ha convertido en una derrota para los “teóricos” de siempre, que plantean soluciones que no ejecutan cuando le caen en sus manos los problemas que minimizaban.

La población carcelaria de La Victoria sigue creciendo, al acoger a cientos de presos que son trasladados de cárceles donde se denuncia hacinamiento.

Es que todavía nos creen tan estúpidos como para creer que resuelven un problema agudizando otros.

Una doble moral de las autoridades, incluido el disfuncional Defensor del Pueblo, de “escandalizarse” por los horrores de La Carcelita de Las Colinas, en Manoguayabo, y voltear la cara para no buscar una solución a la histórica vergüenza de La Victoria, donde no cabe una injusticia más.

Nuestra sociedad anda muy mal, cuando callamos frente al capricho de autoridades, que mantienen cerrada una nueva cárcel, mientras se pudren miles de ciudadanos en las ergástulas de La Victoria.

Constituye un monumento a la irresponsabilidad, dejar que se deteriore la Nueva Victoria, por el hecho de que fue construida en la gestión del procesado ex procurador general Jean Alain Rodríguez, en una investigación en la que se silencian a los constructores cuando se alegan vicios y sobrevaluaciones.

No se puede hablar de impartir justicia, cuando se les violan los derechos a miles de presidiarios, una gran parte preventivos, que están en la antigua Victoria, esperando el desenlace de un proceso judicial.

Quienes actúan de esta forma, deberían practicar con el ejemplo y dormir una noche en La Victoria, para que sientan lo que se sufre en esos laberintos.

Estamos frente a un ejemplo de doble moral al más alto nivel.

Que lamentable que alguna gente haya perdido su invicto en la lucha contra la corrupción, derrotada por la vergüenza de La Victoria.

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